Amber Taylor

Amber Taylor

Digital Communications Strategist

she/her/hers

Cuando era niña, mi madre me decía que mi cabello era hermoso. Y me encantó mi cabello. Al crecer, los maestros, los miembros de mi familia y la sociedad me decían que mi cabello natural no era aceptable. Al igual que muchas mujeres negras, yo escuché gente diciendo, "Tienes que alisar tu cabello para tener 'buen cabello' y tener éxito en este país". Esos comentarios me dijeron sutilmente que mi cabello era feo y, por extensión, sería feo e inaceptable si mantenía ese peinado.

Estaba en la escuela secundaria cuando obtuve mi primera crema alisadora (“relaxer” en inglés). Para aquellos que no saben qué es una crema alisadora, es un proceso químico que hace que el cabello colocho sea liso. Las cremas alisadoras crearon cicatrices y costras en mi cabeza. La sangre de mi cuero cabelludo manchaba mis camisas porque los productos químicos eran tan fuertes que podían cortar metal.

Lo que me frustraba fue que tenía que seguir volviendo al salón y pasar por este proceso insoportable para tratar de meterme en este molde de belleza eurocéntrico donde simplemente no encaja naturalmente.

This embed will serve content from {{ domain }}. See our privacy statement

Cuando tenía 20 años, ya estaba harta. Me corté todo el cabello. Quedarme casi completamente calva me hizo sentir libre, a pesar de que estaba casi petrificada durante todo el proceso. Teniendo mi cabello en su estado natural, sin crema alisadora, significa libertad para mí.

Cuando decidí dejarme el cabello natural, recibí comentarios de personas blancas y negras que socavaron mis sentimientos de profesionalismo y dignidad. Esta es una experiencia común para las mujeres negras. En una prueba de sesgo implícito, las mujeres blancas mostraron el sesgo más fuerte contra el cabello con textura, calificándolo como menos profesional que el cabello liso. Éste es el racismo sutil que las mujeres negras han tenido que enfrentar durante siglos.

En esta foto: Amber Taylor (a la izquierda) y mamá, Rondollyn Johnson-Taylor (a la derecha)

Si bien algunas decisiones de tener el pelo liso son puramente para tener ese estilo, pero para muchas personas, se trata de mantener una apariencia muy particular, a veces a costa de la salud del consumidor. [1] Un estudio reciente de la Revista Americana de Epidemiología determinó que el uso de crema alisadora puede estar relacionado con fibromas uterinos en mujeres y niñas negras, una condición que se estima que afectará al 80% de las mujeres negras durante sus vidas.2

Esto no quiere decir que haya nada malo con una mujer negra que elija tener el cabello liso. Esto se trata de opciones y el derecho a elegir. Lamentablemente, a menudo, cuando una mujer negra elige tener su cabello de la manera que, naturalmente, sale de su cabeza o utilizar un estilo de protección, se enfrenta a la discriminación.

En 2015, me rechazaron de un trabajo porque no querían que "mi cabello natural" fuera parte de "su cultura". Las personas que se imaginan simplemente defendiendo los "estándares" profesionales, estándares que con demasiada frecuencia tratan el cabello texturizado y los estilos protectores como inadecuados para la oficina y el aula, revelan su intolerancia cuando dicen o piensan que el cabello natural de las personas negras "no es un peinado profesional". Esta discriminación proviene de un largo legado de racismo, supremacía blanca y prejuicios de género, y sigue siendo una práctica dañosa con graves consecuencias, particularmente en entornos educativos y laborales.

La versión de Maryland del proyecto de ley de la Corona busca prohibir la discriminación del cabello contra los estilos de cabello afro comunes. El acto de la Corona es muy necesario para proteger legalmente a las personas negras de este tipo de discriminación, para que las personas negras puedan vivir sin temor a represalias por su cabello natural o estilos de protección. Diría que nuestro gobierno está aquí para protegernos contra esta extensión de la discriminación racial.

(Amber Taylor testificó ante el Comité de Procedimientos Judiciales de Maryland el 17 de febrero de 2019, a favor del acto de la Corona. Lea su testimonio aquí.)

No me malinterpretes. Como mujer negra con cabello natural, apoyo totalmente la aprobación de este proyecto de ley, que me haría sentir reconocida y mis temores comprendidos. Pero este proyecto de ley no pondrá fin a la discriminación del cabello. Sin embargo, podría comenzar un cambio de cultura para que, como sociedad, podamos entender que cualquier estilo que la gente elija para tener su cabello, particularmente en su estado natural, no debe considerarse negativo. Es la forma en la que nacimos y elegimos expresarnos.

Como dijo Kyle Barker (actuado por Terrence Carson) de Living Single: “Mi cabello no es solo 'por el estilo', es parte de mi herencia. Es una declaración de orgullo".

Dentro de unas pocas décadas, espero que los padres negros en Maryland no tengan que decirles a sus hijos, “Peinen su cabello en un estilo que los blancos tienen para que las personas puedan ver sus talentos y su humanidad”. Y ojalá que la próxima generación de niñas negras pueda tener su cabello natural con alegría y no miedo. Quiero que la próxima generación pueda enamorarse de sí mismos y sea libre de mostrarle al mundo su cabello natural.

This embed will serve content from {{ domain }}. See our privacy statement

1Nourbese N. Flint, Teniope Adwumi, Natural Evolutions One Hair Story, Black Women for Wellness, http://www.bwwla.org/natural-evolutions-one-hair-story/ (last visited Nov. 17, 2019).
2Lauren A. Wise, Julie R. Palmer, David Reich, Yvette C. Cozier, Lynn Rosenberg, Hair Relaxer Use and Risk of Uterine Leiomyomata in African-American Women, American Journal of Epidemiology, https://academic.oup.com/aje/article/175/5/432/175919 (last checked Nov. 17, 2019).

Related Content

Yanet Amanuel

Public Policy Director
(she/her/hers)
Yanet Amanuel is the director of public policy at the ACLU of Maryland. Yanet began her advocacy journey as a student at the University of Maryland, College Park, where she earned a B.A. in Sociology. She has since held several impactful roles, including serving as Chief of Staff for a Prince George’s County Delegate, Region 7 Adult Representative on the NAACP National Youth Works Committee, Young Adult Chair of the Prince George’s County NAACP, and Policy Advocate at the Job Opportunities Task Force. Most recently, Yanet co-led the Maryland Coalition for Justice and Police Accountability, driving the ACLU’s legislative efforts to repeal the Law Enforcement Officers’ Bill of Rights and reform the Maryland Public Information Act to ensure transparency in police misconduct cases. She has also led successful legislative advocacy campaigns that resulted in the passage of the Child Interrogation Protection Act, the prohibition of warrantless police searches based on the odor of marijuana, and the removal of the Governor from the parole process for individuals serving life sentences.
Placeholder image

Gina Elleby

Legal Advocacy Manager
(she/her/hers)
Gina Elleby is the Legal Advocacy Manager for the ACLU of Maryland. She reviews and responds to written requests for legal assistance, supervises the ACLU’s Civil Rights Complaint Line, and assists with case investigation. She also supports ACLU staff attorneys in litigation and coordinates undergraduate and high school internships within the legal department. Gina holds a J.D. from Howard University School of Law, but developed her dedication to social justice as an undergraduate student at Spelman College. Before joining the ACLU in 2014, she worked in Baltimore-D.C. area art museums.

Dana Vickers Shelley

Executive Director
she/her/they/them
Dana Vickers Shelley brings strategic communications and political advocacy expertise, plus a lifelong commitment to racial justice, to her leadership of the ACLU of Maryland. During Dana’s first six years at ACLU-MD, the organization developed its first strategic plan, prioritizing education equity, voting rights, immigrants’ rights, government and police accountability, and making the state’s legal justice system more equitable. She leads a 30-person team of advocates, attorneys, organizers, communicators, and policy strategists who are working with communities in every region of the state to empower Marylanders to exercise their rights so the law values and uplifts their humanity. Before ACLU, Dana advised numerous national and local organizations, including the NAACP, Annie E. Casey Foundation, John D. and Catherine T. MacArthur Foundation, Black Entertainment Television (BET) Networks, the Southern Poverty Law Center, Nike, and S.C. Johnson. She developed national partnerships with Black, Indigenous, and Latine journalist organizations to raise awareness of structural racism and disparities in family regulation systems. Her public affairs background includes senior leadership positions with Edelman, Fenton, Black Enterprise Magazine, and in the Clinton Administration. Dana earned a Master of Public Administration degree from American University's Key Executive Leadership Program, and a Bachelor of Arts degree in journalism and mass communication from the University of Wisconsin-Madison. She serves on the board of Maryland Nonprofits. Originally from the Midwest, Dana lives in Baltimore County, Maryland. Find Dana on LinkedIn
Dara Johnson

Dara Johnson

Legal Advocacy Coordinator
she/her/hers
Through her background in legal defense, public policy, and civil litigation, Dara has developed a strong commitment to helping people access and defend their rights. Born and raised in Washington, D.C., Dara’s professional work has been driven by the need to support her surrounding community. Prior to graduating from the Howard University School of Law with a Juris Doctorate, Dara pursued a number of opportunities that centered her focus on legal advocacy, including serving as a legal assistant for Greenbelt-based post conviction attorney Erica J. Suter; investigating felony cases for the Public Defenders’ Service for D.C.; working with clients on juvenile and expungement matters as a student attorney with D.C. Law Students in Court; and assisting with the litigation of MRJI v. Hogan and other advocacy efforts as a law clerk with the ACLU of Maryland. Since returning to the ACLU as the Parole Representation Project and Litigation Support Assistant, Dara has applied her passion to furthering parole support for people with life sentences in Maryland. In her role as the Intake and Investigation Associate, she looks forward to continuing to help people advance and protect their legal rights.